Ya es escándalo nacional

Clarín tituló “Gerardo Morales quiere casarse pero, por ahora, no puede”. Verbitsky fue algo más hiriente y nombró a su nota “Tulia y sus dos maridos”. Sea en la vereda que fuere, el culebrón de Jujuy tuvo repercusiones en la prensa nacional.

La cuestión se instaló mediáticamente en la provincia tras la cuestión de privilegio que solicitó el senador Guillermo Snopek en el Congreso Nacional, en la que denunció no sólo amenazas de Morales hacia él y su familia, sino una larga serie de irregularidades en aspectos institucionales en Jujuy.

La agresiva respuesta del gobernador vía twitter evidenció que Snopek había tocado un tema áspero y pronto empezaron a llegar noticias desde Tucumán. Es que el actual marido de Tulia Snopek, Carlos Martí Coll, está prófugo en esa provincia, denunciando que le han armado una causa penal a raíz de su proceso de divorcio inconcluso. El tema está en manos del polémico juez Isidoro Cruz, porque la cuestión pasó de ser civil a penal por una presunta venta irregular de una camioneta.

Martí Coll, que es defendido por Guillermo Snopek, le agregó más polémica al asunto al declarar que se trata de un plan orquestado por Morales para tenerlo detenido unos días, quebrarlo psíquicamente, obtener el divorcio y quedarse con sus bienes, y que por eso decidió darse a la fuga. A su vez, recordó la designación de Tulia Snopek como síndico en JEMSE, la empresa para explotar el litio en Jujuy y la tramitación de un registro del automotor que no habría sido gratuita.

El casamiento está planteado para diciembre, con la esperable presencia del presidente Mauricio Macri. Pero, por ahora, sólo hay denuncias, amenazas, un prófugo, intrigas familiares y condimentos de todo tipo. Aunque de fondo, claro está, se esconde la siempre sospechada influencia del Gobierno en el Poder Judicial.