Rivarola se aleja de Morales
El diputado provincial Rubén Rivarola comienza, poco a poco, a tomar distancia del ex gobernador Gerardo Morales, en medio de las internas que se evidencian dentro del oficialismo provincial. La delicada situación financiera está haciendo estragos en todos los niveles y prima una suerte de “sálvese quien pueda” que amenaza relaciones de décadas e incluso acerca ¿ex? rivales furiosos.
En ese marco, y tal como anticipó hace meses Política Jujuy, no son pocos los que le aconsejan al gobernador Carlos Sadir comenzar a despegarse de la figura de Morales. Según cuentan en Gobierno, los objetivos de ese movimiento serían dos: por un lado, intentar encaminar la relación con el presidente Javier Milei; por el otro, fortalecer la autoridad del actual gobernador. “Hay mucha gente que no le conoce la voz, en las encuestas una gran parte de la gente contesta que sigue gobernador Morales”, expresa preocupado un asesor.
A esta movida se sumó el peronista multifacético Rubén Rivarola, que como líder del Bloque Justicialista en la Legislatura apunta a garantizar un tratamiento rápido de la Ley de Emergencia que impulsa Sadir. Sabido es que el oficialismo cuenta con los votos: la premisa pasa por no entorpecer con pasos burocráticos la votación y blindar con el mayor consenso posible a la Ley, fundamental para el Gobierno Provincial.
Esta idea de “relanzamiento de la gestión”, con un tono más dialoguista y predicando la austeridad, no será fácil de implementar. Sadir no cuenta con figuras de relieve en el gabinete capaces de estar diariamente sosteniendo la discusión pública y defendiendo la gestión y él mismo tiene un perfil más técnico, alejado de la sobreexposición. ¿Habrá cambios en los ministerios? Por ahora sólo son rumores.
Lo concreto es que para el esbozo de un nuevo rumbo, el gobernador cuenta con su “pata peronista”. El apoyo de Rivarola contiene a un sector del peronismo, al pequeño bloque justicialista en la Legislatura y asegura paz social en algunos municipios gobernados por dirigentes de su espacio. Por eso el experimentado dirigente comenzó a alejarse de Morales, sabedor como pocos de “que el número 1 es sólo para una persona”.