Especulando
- brendaglickman
- 14 abr
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Actualizado: 15 abr
Los resultados de la elección de Santa Fe en el día de ayer abrieron nuevos interrogantes de cara a la elección en Jujuy del mes que viene.
En primer lugar se destaca el cómodo triunfo con el 35% del oficialismo que, aunque no fue saludado públicamente por el gobernador Sadir, fue celebrado por lo bajo en Gobierno. Está claro que el gobernador santafecino Maximiliano Pullaro no se parece al mandatario jujeño y que la victoria no fue arrasadora, pero también que no es fácil que los oficialismos pierdan el lugar de primera minoría.
El segundo dato a analizar es la performance del peronismo, que fue dividido -aunque no en tantas listas como en Jujuy-. En un escenario balcanizado, colocó al segundo candidato más votado, aunque apenas con un 15% de los votos; el díscolo obtuvo 8% y el tercer desprendimiento 2%. Al peronismo dividido no le fue nada bien y quizás por eso Cristina Kirchner, presidenta del PJ Nacional, llamó a las pocas horas a aceptar el desdoblamiento en Buenos Aires que propicia el gobernador Kicillof. El horno no está para bollos.
El otro espacio que también era mirado con lupa y decepcionó es nada menos que La Libertad Avanza, donde la propia Karina Milei digitó el armado. El candidato único salió tercero con 14%, aunque muchos dicen que los votos de la disidente Amalia Granata -12%- son del mismo electorado. Eso explica el miedo de los libertarios jujeños a las otras dos listas de tinte mileísta que habrá en Jujuy: ¿Unir Liberal y Transformación Libertaria podrán dividir el voto?
Si bien hay particularidades de cada provincia que no deben compararse, el escenario absolutamente dividido con 12 espacios políticos se asemeja bastante al local. Y un dato alarmante respecto a la participación: un bajísimo 55%, que coincide con la apatía y el desinterés que se ven por doquier. ¿Será por eso que a las encuestadoras les estará costando tanto pronosticar qué pasará en Jujuy?
