Una de las Claves
- brendaglickman
- 7 may
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Actualizado: 9 may
De cara a las elecciones del domingo surge un gran interrogante: ¿cuál será el nivel de participación?
En medio de un clima de apatía e indiferencia con respecto a los comicios, comenzó a instalarse la idea de que la cantidad de gente que irá a votar estará en los pisos históricos de la provincia. El dato surge en parte de las encuestas, en las que muchos consultados aseguran que no saben si participarán del acto eleccionario o manifiestan directamente que no les importa.
A priori, los estudios de opinión no parecen un buen indicador para medir ese tipo de comportamientos. De hecho, los porcentajes de personas que afirman que cortarán boleta siempre arrojan números que no se condicen con lo que termina pasando. "Una cosa es lo que la gente dice que pretende hacer y otra lo que hace", explica un consultor que viene haciendo un tracking semanal para estos comicios pero que no quiere que se difundan.
La elección surge bastante difícil de predecir, pero igualmente hay consenso sobre la falta de entusiasmo de la ciudadanía con lo que pasará el domingo 11. El gobernador, en on, pidió públicamente "a la gente que concurra a las urnas a votar"; sin embargo, en off, reconocen que una baja participación los beneficiaría.
Primero que nada, porque ante un escenario de poca movilización de votantes, los aparatos políticos cobran otra fuerza. Y el radicalismo gobierna la provincia desde hace casi 12 años, sumando también la Capital y la mayoría de los municipios importantes a su lista. En términos territoriales, lleva la delantera con creces, a lo que ha sumado una oferta de listas colectoras que también lo potencia en la votación final para la categoría de diputados provinciales.
Pero además, la baja participación también beneficiaría a los espacios más importantes, ya que rige el piso del 5% del padrón electoral como piso. Ese umbral no se modifica en relación a la cantidad de votantes, sino que permanece fijo y el porcentaje de votos para poder acceder a la Legislatura termina siendo bastante mayor.
Teniendo en cuenta también el antecedente cercano de la provincia de Santa Fe, donde votó tan sólo el 55% de la población, las alarmas de los frentes más chicos se encendieron. Mientras, paralelamente, los espacios más acaudalados se frotan las manos y aventuran la posibilidad de ingresar una cantidad de diputados con la que, sin el famoso piso electoral, no podrían ni soñar.
