Sadir asumió con tres grandes desafíos
Allá a lo lejos, en mayo, quedaron las elecciones que consagraron a Carlos Sadir como gobernador de la Provincia de Jujuy, en una fecha separada lo más posible de las elecciones nacionales por diseño del saliente gobernador Gerardo Morales. Hoy, luego de más de 7 meses de espera, tuvo lugar el traspaso de mando y Sadir ya es finalmente el primer mandatario, con múltiples desafíos.
“Siento una enorme responsabilidad que tiene que ver con el desafío de trabajar y acompañar a los habitantes de esta provincia, mejorar su calidad de vida, ayudarlos en su bienestar y en cumplir sus sueños", anunció, remarcando que le tocaba asumir luego de dos mandatos “de un gran gobernador que tuvo esta provincia, que es Gerardo Morales". Alí radica la principal dificultad para Sadir: tener un perfil propio que lo aleje de la sombra omnipresente de Morales, mostrar autoridad y sacarse el mote de "delfín".
“Voy a trabajar para representar y defender a Jujuy de la mejor manera, con una actitud racional de analizar cuáles son las cosas que más convienen”, remarcó el flamante gobernador. Segundo gran desafío para él: administrar una provincia con serios problemas económicos y sociales, sin poder hablar de herencia recibida, ya que él acompañó y fue ministro de Hacienda de la última administración.
"El presidente Milei nos habla de ajuste y shock, esto nos indica que seguramente se vienen tiempo complejos, de probable conflictividad", se ocupó de remarcar, acaso ya previendo sobre quién caerán las culpas de una situación que se presenta como muy complicada. Tercer desafío para Sadir: conseguir encaminar una relación con el presidente Milei, con quien Morales siempre se llevó pésimo. Las arcas de la Provincia lo necesitan, y eso es algo que el nuevo gobernador sabe mejor que nadie.
