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Lejos de la unidad

En el peronismo jujeño saben que las elecciones legislativas del año que viene comenzarán a perfilar la carrera para el 2023, fecha en la que se abre la gran oportunidad de recuperar el poder. En ese marco, los posicionamientos de los dirigentes y sus distintas líneas internas está muy lejos de comenzar a homogeneizarse y se acrecienta el riesgo de que prime la división por sobre la unidad.


"Olvidate, no va a haber unidad y menos para una elección legislativa, acá el único objetivo es que no quede todo partido en mil partes", confió a Política Jujuy un dirigente del Frente de Todos de los no alineados con la conducción oficial del Partido. El recuerdo de la elección de 2017, en la que el peronismo llevó a las PASO 6 listas distintas y luego perdió votos de a montones para la elección general, es el principal fantasma.


Lo que hoy sobra en el peronismo son articuladores, es decir dirigentes que buscan oficiar de nexo entre el Frente de Todos a nivel nacional y la fuerza a nivel local. Allí se inscribe en primer lugar la diputada nacional Carolina Moisés, quien luego de haber sido la candidata oficial del espacio supo quedarse con la mayoría de los cargos nacionales para repartir en la provincia. También hace su juego el senador Guillermo Snopek, cada día más alineado con el bloque y con diálogo directo con el sector de Cristina Fernández. He allí una diferencia: Moisés habla con el albertismo y el massimo; Snopek articula con el cristinismo.


Pero si de kirchnerismo se habla -y de su injerencia en el armado de listas- , La Cámpora cobra gran relevancia y allí se destaca Leila Chaher, cuya línea de acción está ligada a Máximo Kirchner. Y, por último, está el PJ oficial y Rubén Rivarola, que intenta capitalizar el sello en cada ocasión y mantiene diálogo fluido con José Luis Gioja, presidente del PJ a nivel nacional.


A ese variopinto panorama de dirigentes que suelen hablar con Buenos Aires, se les suma José Luis Martiarena -con intenciones de reelegir en su cargo de diputado nacional, el rector de UNJu Rodolfo Tecchi -cada día más firme como postulante al Congreso-, los diputados provinciales Alejandra Cejas y Alejandro Snopek -más alejados que nunca del bloque peronista-, el zigzagueante referente de Bases Peronistas, Dingui Palmieri, y algunos dirigentes de lo que ha quedado del fellnerismo.


Habrá dos disputas: el armado de la lista de diputados provinciales, por un lado, y la candidatura para el Congreso Nacional, por el otro. El calendario aún no está confirmado pero es sabido que Morales desdoblará las elecciones y la pelea provincial tendrá lugar en primer término. Ante este panorama, parece muy difícil que haya una sola lista peronista que contenga a todos los sectores: lo que hace falta son articuladores en la interna, más que con los referentes nacionales. ¿En cuántas listas se puede partir el peronismo? Difícil responderlo. ¿A quién favorece la división? Eso sí se sabe: al oficialismo.


Para la pelea nacional es de esperarse que pueda haber un factor ordenador que provenga de Buenos Aires: al fin y al cabo, se trata de la lista que competirá en nombre del Gobierno Nacional. Allí al momento corren con ventaja Tecchi -por su capacidad para hablar con todos los sectores- y Chaher -ante la posibilidad de que la candidatura la decida La Cámpora, como ya ha pasado en otras ocasiones.


Los tiempos se acortan y la rosca política está a la orden del día en el peronismo. Sin embargo, todos los indicios hacen suponer que el objetivo que todos pregonan -la unidad- está cada vez más lejos de concretarse.



Editorial
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