La disputa por el liderazgo
Las diferencias entre el gobernador Carlos Sadir y su antecesor Gerardo Morales se acentúan semana tras semana, en medio de intereses contrapuestos y estrategias marcadamente diferentes.
Septiembre parece haber sido el mes en el que la interna radical vio la luz ostensiblemente, aún a pesar de que se viene gestando desde incluso antes de que Sadir asumiera como gobernador. Por aquel entonces comenzaron las diferencias, con la intención del actual mandatario de oxigenar el gabinete y la posición de Morales -que se impuso- de darle continuidad a casi todo el staff que lo venía acompañando.
Luego primó un trato cordial y de ocasión, interrumpido por algunos viajes del ex gobernador que fueron espaciando y enfriando el vínculo. Mientras tanto, Sadir afrontaba una posición conciliadora frente al presidente Milei, necesitado más que nunca de la ayuda de las arcas nacionales, a pesar del grosero trato que el líder libertario siempre tuvo con Morales. "Esto Gerardo lo entendió, él también supo llevarse bien con Macri y con Alberto, más allá de alguna calentura por lo cascarrabias que es", apunta un dirigente que ya dejó de oficiar como intermediario.
Sin embargo, un hecho que tuvo repercusiones nacionales y molestó mucho a Sadir fue la reacción de Morales con dos tuiteros, que terminaron presos. "Estuvimos en todos los canales durante semanas y parecíamos darle la razón a los que decían que no hay división de poderes en Jujuy", protestaron en Gobierno. Ese fue un punto de inflexión para Sadir, que comenzó a dar mayor libertad de hacer a esos colaboradores que siempre tuvo y que le marcaron desde un comienzo que se independizara.
"Carlos jugó con lealtad, incluso soportando presiones del Gobierno Nacional para que corra a Freddy Morales", matiza una fuente, que sin embargo reconoce que el actual mandatario "no se merece fotos como la del otro día". Se refiere a una reunión organizada por el intendente de San Pedro, Julio Bravo, en la que están el vicegobernador Alberto Bernis y el mismísimo Gerardo Morales, posando junto a dirigentes del radicalismo, entre ellos importantes legisladores de Cambia Jujuy.
Esa "marcada de cancha" de Morales, intentando mostrar fortaleza y quién manda sobre la Legislatura, estuvo lejos de pasar desapercibida en Gobierno. Sin embargo, parados sobre encuestas que marcan apoyo a la actitud dialoguista de Sadir y -sobre todo- una creciente imagen negativa de Morales, no parecen convencidos de dar el brazo a torcer.
"No falta tanto para que termine el año y antes de mediados del 2025 tendremos elecciones provinciales", dice enigmático un dirigente radical que cree que "Cambia Jujuy se doblará pero no romperá". Muchos meses para dirimir una disputa política y un mientras tanto en el que cada vez surge más fuerte la pregunta: ¿quién manda en Jujuy?
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