Gerardo, las presidencias y los sueños
El gobernador Gerardo Morales tuvo su día de fiesta el último viernes cuando fue proclamado presidente del Comité Nacional de la UCR, reemplazando al mendocino Alfredo Cornejo luego de imponerse en la pulseada interna al sector de Enrique Nosiglia y Martín Lousteau.
El gobernador lució exultante y se animó a hablar ya con el traje de precandidato a presidente de la Nación por Juntos por el Cambio, llegando a decir que por fin habrá un candidato que recorra el país como le gusta a él, buscando diferenciarse en todo momento de Horacio Rodríguez Larreta a quien identifica con las "diez manzanas de la Capital Federal".
Ni bien asumió, Morales dejó en claro que luchará para que el radicalismo "no sea furgón de cola de nadie" y que el diálogo con los sectores de la oposición no incluye al de los libertarios Milei y Espert. Asimismo, tuvo un encuentro con el ex presidente Mauricio Macri y no se privó de hacer una declaración que ya trajo polémica en la coalición: "Hay que abrir Juntos por el Cambio hacia el peronismo", pidió.
Lo curioso es que mientras el gobernador se encontraba en Buenos Aires festejando su asunción en la UCR, en el Congreso de la Nación se rechazaba el presupuesto enviado por el Gobierno Nacional, con los votos definitorios de 4 legisladores radicales, entre los que figuran Jorge Rizzotti y Gustavo Bouhid. El año pasado Morales había ordenado a sus legisladores acompañar el presupuesto y en esta ocasión se aprestaba a hacer lo mismo: tanto él como su par correntino Gustavo Valdés se veían beneficiados con el reparto de fondos previsto por el presupuesto 2022.
Sin embargo, la cosa cambió de forma contundente cuando estalló la interna radical y desde el sector de Lousteau se acusó a Morales de ser funcional el oficialismo. El gobernador se quedó sin margen para negociar el voto de sus legisladores en un momento en el que todas las miradas en el radicalismo apuntan a supervisar el juego político que hace en relación al Gobierno Nacional.
De eso se percató el senador nacional Guillermo Snopek, quien afirmó picante "me gustaría que el gobernador no destine tanto tiempo a pelear por cuestiones internas de la UCR en Buenos Aires cuando lo más importantes hoy es discutir el presupuesto y las implicancias que tiene para Jujuy". Sus deseos estuvieron lejos de ser escuchados y Morales -pese a negociaciones mantenidas hasta último momento- dio la indicación a sus diputados de votar en contra, poniendo en jaque su buena convivencia con el oficialismo nacional.
Todo parece indicar que comienza un periodo en el que el sueño presidencial de Morales dominará la agenda política local, restándole seguramente presencia en la Provincia pero tratando de generar más ruido a nivel nacional. A pesar de todo, la reforma constitucional que posibilitaría un nuevo mandato del gobernador sigue en la agenda del gobierno. No vaya a ser cosa que haya que recalcular si el sueño amenaza con convertirse en una pesadilla.
