El peronismo obsesionado con las internas
Los dirigentes del peronismo jujeño tienen una agenda propia que los obsesiona: ¿cuándo y cómo se realizarán las internas para definir sus nuevas autoridades?
Durante los últimos dos meses, la principal novedad en el PJ local tuvo que ver con que se imponía la presión para realizar comicios internos y poner fin a la intervención. Tras el voto positivo de Carolina Moisés al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones propuesto por Milei, lo que era una posibilidad pasó a ser una certeza: habría internas.
A partir de allí, los interventores fueron soltando la mano de la sampredeña, primero Menéndez y luego Fernández. Y se impuso una consigna: que las elecciones internas se realicen en noviembre, junto a la definición del PJ Nacional. Parecía ser lo más lógico, en términos de plazos, transparencia y previsibilidad, pero hay quienes dicen que el rivarolismo impulsa una fecha aparte, preferentemente antes.
¿Cuál sería el motivo? "Rubén cree que la única chance que tiene de perder una interna es si se hace en simultáneo con una nacional, por todo lo que implica", resume un colaborador del diputado provincial. "Si tenemos una fecha únicamente para Jujuy nos evitamos que vengan esos típicos referentes nacionales a levantar una mano u otra", amplía.
Mientras esparce esta idea, Rivarola continúa con sus movidas internas sacando a jugar a propios y aliados en la discusión pública del peronismo. Allí se inscriben tanto el accionar del movedizo Santiago Hamud, de la CTA, como la creación de nuevas corrientes políticas y sindicales que le responden al ex presidente del PJ. Paralelamente, Rivarola se encarga de intentar ampliar la base de dirigentes a los que ofrece una alianza. Por sus oficinas han circulado diputados, ex legisladores nacionales, intendentes, ex intendentes y enviados de distintos sectores. Algunos son previsibles aliados, otros -de concretarse la jugada- serían verdaderas sorpresas.
¿Alguna otra tribu del peronismo se animará a la disputa? Le harán falta recursos, territorio y tener el cuero lo suficientemente duro para sostener una disputa interna con un aparato político que no deja de conservar espacios de poder y de daño. Detrás del botín peronista están las candidaturas provinciales del año que viene, en una fecha que aún está en veremos que muchos auguran para abril o mayo del 2025. Los tiempos provinciales se aceleran y el peronismo local actúa en consecuencia.
