El Gobierno le volvió a apuntar a Demarco
El ministro de Infraestructura, Carlos Stanic, fue esta vez el encargado de criticar al intendente de Perico, Luciano Demarco, en relación al conflicto por el cierre del nuevo acceso a dicha ciudad a la altura del ferrocarril.
Stanic sostuvo que "lejos de tener una actitud proactiva, los funcionarios periqueños viajan a Buenos Aires a plantear quejas y no a gestionar para su propio pueblo", un argumento que resulta inoportuno en momentos en los que el propio gobernador Gerardo Morales se encuentra en Buenos Aires por razones estrictamente políticas -respaldar la candidatura de Maximiliano Abad en la interna radical bonaerense-.
El funcionario provincial buscó cargar las culpas del problema sobre la administración municipal y apuntó: "lo vamos a resolver y la solución a este problema saldrá del Gobierno de la Provincia, no de la Intendencia de Perico".
¿Por qué tanto encono con Demarco? Ni más ni menos que por un tema electoral: el jefe comunal se ha planteado competir con su Partido VIA en las próximas elecciones provinciales, algo que complica los planes del Gobierno, que apunta a polarizar con el peronismo.
Días atrás, Demarco había explicado: "En Perico se unieron peronistas y radicales que estaban peleados toda la vida para destruir VIA". Explicaba así la paradoja que se da en torno al interés común de Morales y Rivarola en no alentar la formación de una alternativa electoral. ¿Podrá romperse la polarización?
