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Carolina Moisés renuncia y desafía a Rivarola

La diputada nacional Carolina Moisés renunció formalmente a la banca de diputada provincial que obtuvo en junio, para volver a asumir por cuatro años más como legisladora nacional. La sanpedreña terminó así con un largo juego de especulaciones y le asestó un duro golpe al diputado provincial Rubén Rivarola, quien esperaba que Moisés primero asumiera y luego renunciara, para que así quedara como su reemplazante su hijo Ernesto Rivarola.


Eso finalmente no ocurrió y quien asume como diputada provincial es Fátima Tissera, representante del Movimiento Evita. Moisés explicó .su posición: “Los jujeños definieron el lugar que me corresponde para representarlos; el 9 de junio fui electa diputada provincial., posteriormente, participé de las PASO como precandidata a diputada nacional, y luego el 27 de octubre, los mismos jujeños han decidido que sea la diputada nacional por la provincia”, expresó.


Asimismo, la diputada negó estar incumpliendo un acuerdo con Rivarola y afirmó que “el único acuerdo que tengo es con cada jujeña, con cada jujeño que se esfuerza todos los días para intentar vivir mejor". Lo cierto es que las conversaciones entre la sampedreña y el presidente del PJ local existieron, pero en épocas en que nadie pronosticaba la buena elección provincial ni mucho menos la enorme victoria de Alberto Fernández en las PASO.


Rivarola se siente traicionado, dado que cuando se armaron las listas contaba desde un principio con que Moisés competiría en la elección nacional y por eso ubicó a su hijo en el lugar de primer suplente. Pero las cosas cambiaron mucho durante el 2019 y Carolina Moisés no tenía margen alguno para ensayar una pirueta institucional semejante como para asumir como diputada provincial y luego renunciar para ocupar su banca nacional.


"Sacarle un lugar al Movimiento Evita y dárselo al hijo de Rivarola en estos momentos hubiera complicado mucho las relaciones de Carolina con Buenos Aires", explicó a Política Jujuy un legislador peronista. Al parecer, hay varios ojos puestos en el comportamiento de Rivarola y de Julio Ferreyra, no sólo en la Legislatura sino también en el Concejo Deliberante capitalino, donde la elección de autoridades terminó en escándalo.


Lo concreto es que Moisés demoró su decisión, pero hizo la mejor jugada que tenía a su alcance, sobre todo en momentos en los que pelea por el reparto de los cargos nacionales en Jujuy. Habrá que ver qué consecuencias tendrá el movimiento dentro del peronismo, siempre tan predispuesto a generarse conflictos.








Editorial
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