Visita de Gioja para poner la casa en orden

Sin grandes preanuncios, arribó a Jujuy el presidente del PJ nacional José Luis Gioja, con la excusa de compartir una cena con el peronismo local. El anfitrión de la misma fue nada menos que Rubén Rivarola, legislador provincial y mandamás del justicialismo y contó con la presencia de un nutrido grupo de dirigentes.

La visita de Gioja a Jujuy era una promesa de larga data que había hecho a los distintos interlocutores con los que el sanjuanino habla en la provincia. A todos les decía lo mismo: “cuanto pasen las elecciones, me tomo un avión y voy”. Cumplió.

La primera condición que puso era “que estuvieran todos”. Más allá de algunas ausencias notorias, algo de eso se cumplió y por eso se pudo ver a pocos metros de distancia a Rivarola y a Guillermo Snopek, olvidando las viejas rencillas y la intención del presidente del PJ local de expulsar del Partido al senador nacional.

Sin embargo, la división del peronismo local trajo como resultado que corrieran distintas versiones sobre la visita de Gioja, según quien sea el protagonista que haga referencia a la cena. Desde el sector de Rivarola ven como un triunfo la visita del sanjuanino, señalan que fue en la propia casa del presidente del PJ local y explican con picardía como éste organizó cada uno de los detalles del antes, durante y después de la comida para capitalizarla, incluyendo todo lo que tuviera que ver con la difusión.

Por el contrario, aquellos que no están enrolados en el rivarolismo, señalan que la visita se trató de una clara presión de Gioja para disciplinar a los legisladores provinciales de ese sector para no votar con el oficialismo algunos temas sensibles en la Legislatura. “Le marcó la cancha, habló de la necesidad de ser oposición en serio, todo lo contrario a lo que declaró Rubén esta semana”, señalaron.

Una de las grandes paradojas fue la presencia en la cena de Julio Ferreyra, otrora furioso antikirchnerista, y la ausencia de Carolina Moisés, quien fuera cabeza de lista y se encuentra de paso por Buenos Aires. El veterano dirigente se sentó al lado de Gioja, en una clara búsqueda de legitimación por parte de Rivarola de la última apuesta electoral que tuvo, contrariando los deseos de los Fernández.

Así pasó la visita del ex gobernador sanjuanino por Jujuy, sin anuncios pero con mucha tela para cortar entre la dirigencia peronista. El “brindis por la unidad” deberá ser seguramente acompañado por otros movimientos, que tendrán avances y retrocesos. Por el momento se trató, ni más ni menos, que del primer intento de volver a poner la casa en orden.