El Peronismo en su nebulosa
Acostumbrado a ir “de banca”, el peronismo jujeño vive días de una incertidumbre inédita, a casi una semana del cierre de listas provinciales. Frentes anotados por doquier, declaraciones cruzadas y rumores a cada hora son la postal que tiene hoy al espacio, dividido quizás irremediablemente desde la discusión en la Legislatura entre el sector jenefista y el rivarolismo.
Lo que enfrenta hoy el peronismo es la pérdida de ese gran ordenador que operaba sobre él: el poder y, con él, la condición de favoritos para afrontar cualquier elección. Hoy va “de punto” y la última experiencia del 2017 no le trae buenos recuerdos, cuando tras un raro formato de PASO Espejo, el PJ perdió decenas de miles de votos en las generales y casi regala el segundo lugar a la Izquierda.
Guillermo Snopek, el principal candidato peronista, tenía dos objetivos de cara al cierre de frentes: por un lado, incorporar a los sectores del peronismo que se habían ido con el oficialismo; por el otro, atraer a la Liga de Intendentes y Comisionados Peronistas. El primer objetivo lo cumplió a medias ya que, luego de largos coqueteos, sólo consiguió sumar al sector snopista del Partido Blanco de los Trabajadores. El espacio de Perassi decidió quedarse con Morales, y el propio Partido que encabeza Alejandro Snopek sufrió pérdidas de renombre, entre ellas el vicepresidente Roberto Bidondo, que difundió un comunicado para expresar que se quedaba en el oficialismo.
Respecto a la Liga de Intendentes, su resultado fue magro, ya que ésta decidió encolumnarse detrás del peronismo kirchnerista e inscribirse junto al PJ, que comanda Rubén Rivarola. Su presidente y candidato a gobernador, Adrián Mendieta, declaró recientemente que “la única referencia que tenemos a nivel nacional es Cristina Kirchner”.
La otra piedra en el zapato para Snopek es el Frente Patriótico que inscribió la legisladora Alejandra Cejas. Se los supone jugando en conjunto, aunque nadie descarta que sea el Plan B del jenefismo por si el objetivo del senador nacional no prospera.
A casi una semana del cierre de listas, la candidatura de Snopek tambalea, en simultáneo con la idea de unidad que algunos entusiastas aún no pierden. Por las dudas, varios son los que se anotan para esa pelea, que se supone desigual: el aparato del oficialismo y la irrupción de Julio Ferreyra asoman con las principales amenazas.
