Pequeñas tormentas políticas en el Interior

Los temporales económicos suelen estar acompañados, a la larga o a la corta, de repercusiones en la esfera política. En Jujuy, las manifestaciones más fuertes de conflictividad se vienen produciendo en el interior.

Primero fue el caso de Libertador General San Martín, donde gobierna el radical Oscar Jayat. Allí, la concejala de Unidad Ciudadana, Patricia Gutiérrez, denunció penalmente al intendente y a varios funcionarios por el presunto cobro de sobresueldos. La respuesta que le llegó fue atemorizante: pintadas y pedradas durante la noche.

Gutiérrez, que se perfila para competir en 2019 por la intendencia, radicó la denuncia en la comisaría y estaba reuniendo la mayor cantidad de pruebas. Su abogado declaró que “esperamos que la Justicia actúe con la misma rapidez con que actúa cuando se denuncia a un intendente de otro signo político, ordenando allanamientos y secuestro de documentación para la causa”.

Jayat, por su parte, denunció que todo se trata de difamaciones y que la información que circula sobre los sueldos es falsa y está adulterada. Hasta el momento no se expresó sobre las amenazas a Gutiérrez.

En Monterrico la cosa fue parecida pero al revés: allí el acusado es el ex intendente y actual diputado provincial, Nilson Ortega. Al parecer el Tribunal de Cuentas lo intimó por un faltante en la rendición de cuentas de casi 38 millones de pesos.

Ortega denunció una maniobra política de su sucesor, Carlos Ibarra, y aclaró que “tengo toda la documentación certificada por escribanos para presentarla ante las autoridades que lo requieran, en un plazo de semanas”.

Ibarra, quien según Ortega “está haciendo una gestión desastrosa”, le respondió sin filtro a su antecesor: “Nilson Ortega es el principal culpable de cómo está Monterrico". Según el actual intendente “no hay nada para sorprenderse, la corrupción estuvo presente en todo el país y la provincia”.

Más allá de los distintos casos, desde el Interior se asuman diferentes muestras de recrudecimiento del clima político. Alrededor de ellos, hay por ahora dos grandes certezas: siempre hay denuncias de corrupción en el medio y generalmente la Justicia actúa de distinta manera. El caso de Cayo en el Concejo Deliberante Capitalino amenaza con atraer la polémica y el conflicto más cerca de Casa de Gobierno.